Esa si que fue dura. Patricia obtuvo su permiso de conducción en abril del año pasado, hizo dos exámenes teóricos, dos prácticos y listo. Yo hice un examen teórico y ... hummm, 5 prácticos (no encontré una letra mas pequeña) antes de obtener mi permiso. Mi problema es la falta de experiencia para manejar, en Bogota no manejé mucho y cuando tuve carro lo estrellé (gracias a Dios que eso no cuenta acá), así que vendimos la chatarra que nos quedó y anduvimos a pié durante varios años.
Mis primeros exámenes los hice en la sucursal de la SAAQ de Wilfrid-Hamel, los examinadores eran bien "cuchilla", principalmente me penalizaron por no hacer las paradas completas, volarme un semáforo en rojo, no verificar los ángulos muertos, no hacer cambio de vía, no mantener mi carril, no mirar los espejos, no hacer verificaciones y no saber estacionar el vehículo en reversa. En dos ocasiones el examinador tomó el control de mi vehículo porque dizque iba a hacer una maniobra "peligrosa" (qué va, un semaforito en rosado).
En todo ese proceso de los exámenes tomé algunas horas de un curso de conducción, sobretodo porque no entendía cual era el lió de los ángulos muertos (ojo, esa es la causa número 1 por la cual se niega la licencia a los inmigrantes colombianos), y porque quería conocer las dichosas técnicas que mencionaban una y otra vez los examinadores (RACRA: Retrovisor interior, retrovisor exterior, ángulo muerto, luces, retrovisor exterior, ángulo muerto, cambio de vía, o verificación izquierda, derecha, izquierda, ángulo muerto del lado que se va a girar, giro), lo que tengo entendido es que los examinadores quieren ver que esas técnicas se apliquen al pie de la letra. Por ejemplo en una parada, hay que inmovilizar completamente el vehículo, hacer las verificaciones mencionadas anteriormente y luego maniobrar, sea para girar o para seguir.
Con tantas frustraciones encimas, se me apareció la virgen ( y conste que yo no creo en dichas apariciones): varias personas que no tenían ninguna conexión entre sí me dijeron que hiciera el examen en Lévis, según me dicen, todos los inmigrantes colombianos que lo pierden en Wilfrid-Hamel se van para Lévis. Como no tenía mucho que perder, cambié mi cita para Lévis.
Luego de hacer el examen, puedo decir que recomiendo a cualquiera hacerlo en Levis, las razones son simples: en general los examinadores son mas amables (atención, amables no quiere decir permisivos), transmiten confianza y el recorrido es mas sencillo.
Digo esto porque cuando busqué la dirección de la SAAQ de Lévis en Google maps, el recorrido que obtuve no era realmente el de la SAAQ, así que llegamos una hora tarde a la cita, entonces me dijeron que fresco, que me la corrían para mas tarde. Luego me pidieron el seguro, que estaba a punto de vencerse, me dijeron que tenia que renovarlo y me dieron tiempo para hacerlo. Ese era el día señalado, no hay otra explicación.
Finalmente, el 29 de diciembre del 2008 obtuve mi permiso, luego de un año de lucha intensa y algunos cabellos de menos.