lundi, novembre 20, 2006

Cosas importantes para Mujeres

Hace poco tuve la oportunidad de poder empezar a escribir y espero que cada cosa que coloque acá sirva para despejar varias dudas a las mujeres que lo leen. Se que mi esposo a colocado muchas de las cosas que me han sucedido durante estos cinco meses y tres días, así que no las voy a repetir. Pienso que es importante contar algunas cosas de interés para "Nosotras".Una muy querida amiga me pregunto sobre la manera de vestir de las mujeres Quebecuas, sobre la manera de comer, sobre que encontrar para decorar nuestra casa, como son los centros comerciales etc., para ella y para todas ustedes algunos datitos. Durante este tiempo he cambiado mucho mi manera de vestir, en Bogota ( de donde soy) hace frio pero creo que no menos de 9 grados, pero acá he podido vivir dos casi tres de las estaciones y realmente es muy diferente. Cuando llegamos (en verano) hacia hasta 25 a 26 grados, era bien húmedo y todas las mujeres salen a la calle con sandalias, pantalonetas, camisetas esqueleto ( o sea sin mangas) pero no son tan exhibicionistas como algunas en nuestro bello país, aunque son RE-flacas y muy naturales no son de las que muestran todo ( así que si a alguna le gustan los escotes... no es muy bien visto acá), lo contrario a lo que yo pensaba, se combinan muy bien, generalmente las sandalias le van con el pantalón corto y con un accesorio en el cabello ( porque no usan collares como en Colombia y los aretes son muy sencillos), la mayoría de las personas como el flaco dijo van a trabajar en bermudas y son súper frescos. Generalmente ni se aplican perfume no se peinan ni se maquillan pero realmente se ven muy bien (¡irónico no! no parecen despeinadas), a medida que paso el tiempo entramos al otoño, eso fue realmente diferente, el clima bajo bastante y al comienzo el frío era como una madrugada en Bogota bien fría (7 a 8 grados) pero con mucho viento, ( hoy hizo cero grados pero no era tan tenaz) entonces las mujeres usan sus Blue Jeans para todo (casi nadie usa vestidos formales de dos piezas ni mucho menos faldas) y saquitos (¡ojo! Si pueden comprar sacos de Cachemir en su país de origen es mejor porque acá son muy caros y los que no son de cachemir no son tan bonitos) también usan bufandas que hacen juego con el gorro y los guantes pero esos son mejor comprarlos acá porque realmente son bien bonitos y hay para todos los gustos, y encima una pequeña chaqueta, se imagina uno con toda esa ropa encima?, pues así es y la verdad no importa porque a la hora de no sentir frío es mejor así. Bueno, si alguien me pregunta: entonces que ropa debería llevar yo pienso que es mejor poder traer todos los jeans azules, negros y de otro color porque acá no tienen mucho estilo en ese aspecto, son muy simples y para mi gusto, parecen de hombre y no se le ve a uno la figura, también los sacos de lana que generalmente los que uno compra no son chinos sino de nuestro mercado local son mejores y obviamente la ropa interior porque esa si es ¡fea! Lo que es zapatos, sandalias, botas, carteras, chaquetas cortas o largas anchas o a la cintura, cinturones, accesorios para el cabello, medias y bisutería es mejor comprar acá. Para seguir con la relación de que se come generalmente… eso es otro cuento, la vida en Québec es rápida y generalmente las mujeres no toman tanto tiempo en la cocina, tu encuentras casi todo listo, arroz que hacen en 5 min., y pasta en 8 min., y lo que son vegetales PRE-cocidos solamente para 5 min. También así que es diferente, todos comen bastantes vegetales, apio, pimentón de todos los colores, zanahoria, juego de tomate y mucha ensaladas, realmente casi ninguna de nuestros amigos quebecuas comen arroz ni papa como nosotros pero bueno la suplementan con otros alimentos orgánicos o naturales, pero como dijo el flaco en una de sus anteriores publicaciones la carne es cara y el pollo tiene mucha grasa así que subir de peso es fácil. Yo tengo una amiga de Colombia de Cúcuta que cuando llego hace un año solamente pesaba 75 kilos (estaba un poco subidita de peso de ya) pero ahora pesa casi 90 kilos y la ropa que trajo no le sirve y generalmente a las mujeres que conozco han subido de 5 a 10 kilos por los primeros 5 a 6 meses así que hay que tener cuidado con lo que se come. Para decorar la casa… eso fue algo que realmente me costo mucho porque no es fácil tener una armonía de colores en tu casa porque generalmente las cosas que tiene o que te regalan son diferentes y no tiene como combinar, se pueden conseguir muchas cosas lindas para hacer cortinas, tapetes del mismo color que te pueden hacer juego pero son bien caros y si quieres tener cosas de madera que es mas elegante es tres veces mas cara que la que uno puede encontrar en otros países. Así que hay que aceptar por el comienzo tener una casa con algunos colores diferentes pero poco a poco uno va organizándola. De todas maneras acá en la ciudad de Québec donde estamos hay varios centros comerciales, son lindos y tiene almacenes de marcas reconocidas, son grandes, hay realmente promociones pero son de las que salen una vez y si tu vuelves ya no esta o sea es de aprovechar, hay almacenes específicos para productos: solo accesorios, cosas para la casa, cosas para el cuidado de la piel, maquillaje, zapatos, chaquetas, pantalones, salones de belleza, y tiendas de productos naturales. Hay un almacén que se llama Dolarama y realmente todo lo que compras vale un dólar, allá hay desde escobas, productos de limpieza, comida, juguetes, cosas para la oficina, decoración para el baño, y todo lo que necesites, como dicen desde una puntilla hasta… bueno, eso es algo que puede servirles para conocer un poco al interior de esta bella ciudad. Para concluir diré que a pesar de que es tan diferente a mi ciudad de nacimiento, Québec, es un lugar muy lindo y tranquilo para vivir.

jeudi, novembre 16, 2006

Francización y universidades

El tema de la francización y de las universidades es bien interesante. Finalmente a mi no me dieron francización, el agente de inmigración me dijo en pocas palabras que no diera lata y fuera a buscar oficio; a Patricia le hicieron la evaluación y la colocaron en el tercer nivel. Inicialmente estaba en la U. Laval, le toco con un grupo de gente no muy agradable, había muchos colombianos, y como es natural, reaccionaron como todo buen colombiano que se encuentra con un compatriota en el exterior: sin colaboración, sin amabilidad, sin preocupación, como si ella fuera de un planeta desconocido. No es que todos los colombianos seamos así, pero muchos si lo son, y debo decir que a nosotros nos fue de maravilla porque quienes nos recibieron en este país son nuestros compatriotas y nunca podremos dejar de agradecer todo lo que hicieron por nosotros, pero la verdad, en espíritu de unión si que nos pifiamos; si no estamos en la rosca (vgr, el grupo de refugiados que llega en combo), nos fregamos. Luego de tres días de clase en la U, a Patricia le dijeron: “qué pena, nos equivocamos, no tenemos cupo para usted, pero le tenemos un cupito en el Cégep”; aclaro que el nivel de francés que Patricia percibió en la U era bastante alto, las clases eran intensas y el grupo de personas, a pesar de su arrogancia y actitud deprimente, tenían un muy buen nivel de francés y eso hacía que la dinámica del grupo fuera muy interesante. Nada mejor para un inmigrante en Québec que quiere aprender francés, que hacer la francización en la U. Laval. Con algún malestar, Patricia se dirigió al Cégep, y bueno, una historia diferente, la mayoría de las personas de su grupo (ojo, tercer nivel de francización), no tenían un buen nivel, muchos nisiquiera estaban interesados en aprender (iban por la plata), y casi no tenían escolaridad. Para remate, las profesoras no tenían liderazgo y el resultado es que en clase la gente hablaba más español que francés. Como aclaración de este punto quiero contar que en la clase había una chica irakí que cuando no entendía algo en francés, se lo explicaban en español para que entendiera. Había gente mayor, y gente muy joven, una heterogeneidad al extremo. La gente a veces no iba a clase, un personaje de estos llegó a decir : “yo pa’qué voy a esa clase, mejor aprendo francés en la calle”, muchos de ellos (90% aprox.), viven de la ayuda social y trabajan sin declarar impuestos. En fin, un ambiente ideal para el aprendizaje. De todas formas, Patricia aprendió mucho y su nivel mejoró indudablemente. Luego de pasar este suplicio, hizo un examen para clasificar al cuarto nivel, el de escritura, y acá las cosas son 100% diferentes, el grupo es comprometido, las profesoras son serias, el nivel es mucho más alto. Al respecto de toda esta historia, lo que observamos es que al Cégep van más que todo las personas que no tienen un título profesional, cuyo nivel de francés no es muy bueno, y casi que el 100% de las veces, las personas que vienen como refugiados, a Patricia le dieron la opción de empezar de inmediato en el Cégep, o esperar el siguiente curso en la U. Con el objetivo de poder avanzar rápido escogió ir al Cégep, pero al que le llegue a tocar esta situación, ya tiene algunos elementos para decidir. En realidad fue muy molesta la situación, pero finalmente está estudiando, avanzando en su conocimiento y eso es lo importante. Luego de terminar la francización, uno puede seguir avanzando un poco más, puede uno estudiar en el instituto Fénix, o en la Louis Joillet, o en la U. Evidentemente en la U es caro, pero la diferencia en la calidad puede ser importante, mientras en Fénix uno paga CAD45 por unas 6-8 horas por semana durante unos tres meses, (si no me equivoco), en la U. Laval se pagan unos CAD400 por dos horas por semana por los mismos tres meses, en la Fénix el sistema es libre, nadie te revisa si aprendes ni tienes examenes, cada uno es el artífice de su formación; en la U el sistema es académico. Como nota final quiero decir que aunque el nivel era más alto en la U, la gente era “pupy” (la mayoría inmigrantes colombianos independientes), finalmente en el Cégep era un poco mejor el grupo en cuento a calidad humana, claro es sólo una nota aclaratoria y no quiero generalizar. En la U, Patricia llegó el primer de clase, se sentó en una silla y luego de un rato se le acercó un personaje rumano (hombre), y le dijo : “debes pararte, esa es mi silla”, ella, como persona pacífica que es, se paró y se cambió de silla. Quiero dar mil gracias al Señor que me libró de esto, porque no sé que hubiera hecho, seguramente, al escuchar esto hubiera examinado con atención la silla por todas lados con minucia y finalmente hubiera dicho, perdón, me pude decir su nombre?, luego de escuchar su nombre y hacer una segunda observación minuciosa seguro hubera dicho: Qué raro, no encuentro en ninguna parte de la silla una inscripción con su nombre, seguramente se equivocó de silla y debe ser otra. Suerte y éxitos amigo rumano.